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lunes, 5 de diciembre de 2016

Así el amor en el 2016.

Un debate entre cabeza y corazón.

Estoy enamorada de él; pero nunca se lo diré…

Y la razón por la cual no lo haré es fácil: Seguro pensará que soy una intensa.

No sé en qué momento decidimos entrar a este juego de intensos y desilusionados; lo que si sé es que nos hemos convertido en runners maratonistas cuando tocamos el tema del amor.

Todos los días, veo docenas de publicaciones de “friendzoneados”, “forever alones” y “#SoySol@s”. Muy pocas veces leo declaraciones de amor.
Quizás porque fingen ser gritos desesperados de ansiosos solitarios esperando que alguien se arme de valor y les diga eso que tanto necesitan escuchar.

Tal vez porque es más fácil tirarse al drama que decir: “Me gustas”.

¿Desde cuándo está tan mal sentir?
¿Desde cuándo el querer se hizo tan complicado?
¿Desde cuándo una declaración de amor se convirtió en algo incómodo en lugar de un cumplido?
¿Desde cuándo se hizo más fácil acostarse con alguien que darle flores o regalos sinceros, dar un paseo tomados de la mano o hacerle una cartita?


No te estoy pidiendo una relación formal y eterna.
No te estoy pidiendo matrimonio, ni conocer a tus padres.
Sólo me gustas, mucho, y me gustaría que lo supieras, porque estas ganas locas de que te des cuenta de lo bien que podríamos llevarnos me carcomen.

Y aunque tenemos cosas en común y que podríamos divertirnos juntos, sé que nunca va a pasar, porque seguramente sientes tanto miedo como yo.

Ahora, estamos obsesionados con la inmediatez:
De una respuesta, de una comida, de un transporte e incluso de un sentimiento.
 Y si no esto no sucede inminentemente o al ritmo que esperamos lo botamos, cancelamos o borramos y seguimos adelante.

¿Sabes lo estresante que es publicar algo y esperar un view, un like o un emoji de tu parte?
Mandamos indirectas a diestra y siniestra, esperando que esa persona especial sea nuestro “stalker” y entienda que todos esos mensajes confusos son para él/ella.

Me gustaría entender la razón por la cual nos avergüenza sincerarnos con nuestros sentimientos.
¿Tan acostumbrados estamos a fingir una pose en un timeline que olvidamos quien está detrás de ella?


Estoy enamorada y nunca se lo voy a decir; estamos tan acostumbrados a desechar cosas y personas que temo convertirme en una de ellas.

Nos hemos convertido en nómadas sentimentales.
Olvidamos cómo es un sedentario que planta, espera con paciencia y cosecha.

Es esta ansiedad y desesperación que marca nuestra generación, la que nos boicotea y arruina los planes, incluso antes de que comiencen.
Tenemos “mil velitas prendidas”, somos de todos y de nadie, salimos con 9 personas; aunque sólo nos interese una, y después pretendemos ser especiales para alguien, que nos tomen en serio y/o que entienda que “es el bueno”.

Estoy enamorada; pero mejor "haz de tripas corazón".

1 comentario:

  1. EN MI EXPERIENCIA, LA GENTE ABUSA MAS DE LA CUENTA, SABEMOS QUE SI DAS TODO AL FINAL TE QUEDAS SIN NADA, ES POR ESO DEL MIEDO A MUCHAS COSAS, EL MIEDO A PERDER PARA GANAR, EL MIEDO DE QUEDARTE FRUSTRADO Y ENOJADO, EN LO PERSONAL EL FISICO IMPORTA DEMASIADO YA QUE VALORAMOS MAS CON LOS OJOS QUE CON LOS OTROS SENTIDOS PERO NO NOS LO INCULCAN DESDE NIÑOS A UN CUIDADO DEL ASPECTO Y MAS EN UN PAIS MAILINCHISTA. YA SOLO DAMOS POCOS MOTIVOS, POCO INTERES HACIA LA GENTE QUE NOS QUIERE. ESTAMOS EN UNA TRANSICION DE EPOCA, DE INTERESES, DE MODAS. SOLO RECOMIENDO QUE SI SIENTES ALGO POR ALGUIEN SE LO DIGAS Y LISTO, ESA LIBERACION NADIE TE LA VA A QUITAR Y ESE GUSTO SOLO TU TE LO PUEDES DAR. :D

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